Programa de Proyectos en Espacios Públicos

El Centro Cultural de España en Lima convocó a la primera edición del Programa de Proyectos en Espacios Públicos que se llevó a cabo entre febrero y noviembre de 2024.  Entendemos el espacio público como elemento fundamental para la vida en comunidad y el ejercicio de la ciudadanía; como espacio de encuentro, interacción social, diversidad y expresión, que contribuye a construir sociedades más justas, democráticas y saludables.  

Así, con el fin de propiciar el disfrute y puesta en valor de parques, plazas, cerros, calles, playas, edificaciones; pero también para promover la construcción común de espacios más hospitalarios e inclusivos, se seleccionaron ocho propuestas entre las casi 200 recibidas. Han sido proyectos para niñas y niños, personas adultas con y sin discapacidad, personas con experiencias de migración y público en general, que se han visto beneficiados al ser parte de iniciativas de disciplinas como el bordado, el cine comunitario, la música, artes visuales y escénicas entre otras. Acá les contamos las experiencias:  

Cartas Fílmicas El Agustino 

Trescientas setenta y cuatro personas, entre adultas, adolescentes e infancias del distrito limeño El Agustino participaron en los talleres de creación audiovisual  las proyecciones de cine y la realización de murales de la memoria barrial que se llevaron a cabo entre febrero y mayo en escuelas, locales comunitarios y la biblioteca municipal, facilitados por la productora Mantra Visual en colaboración con Fortuna Studio.  

A partir de una exploración preliminar con el fin de mapear las expectativas de la población y sus principales representantes, se diseñaron distintas actividades formativas para estos públicos diversos; pero todas conectadas por la memoria viva de estas generaciones de vecinos sobre su lugar de convivencia barrial. Así, en el taller de dibujo y audiorrelato Cartas sonoras,  niñas y niños pudieron narrar en primera persona momentos importantes de su vida en El Agustino. En Carta abierta, adultos de 40 a 60 años aprendieron a usar la técnica de apropiación audiovisual y la literatura para crear videos evocadores de la historia, el tránsito generacional y las tradiciones del distrito. . Y en Correspondencias fílmicas, escolares adolescentes utilizaron el cine como dispositivo para establecer una conversación colectiva y plasmar en un video sus  visiones acerca de la identidad de su entorno respecto a temas como  migración, género, medioambiente, etc. 

Durante el proyecto también se activaron las pizarras móviles y proyecciones para público en general en diferentes lugares del distrito, donde se compartieron versos y estrofas de poetas y músicos agustinianos..   

La ya tradicional fiesta popular Rompeolla que organiza La Clínica de los Sueños en el barrio La Pampita, la Biblioteca pública principal de El Agustino, el local comunal 7 de Octubre y el Auditorio Municipal fueron los escenarios donde vecinas y vecinos de todas las edades pudieron apreciar y verse reflejados en los frutos de estos talleres: los audiorrelatos y videos creados por la comunidad de agustinianos participantes del proyecto.  

Puedes ver aquí los videos que elaboraron los niños, adolescentes y adultos que participaron en los talleres:

La Creadora 

Laboratorio escénico en Lomas de Torre Alta, Carabayllo, desarrollado por la Asociación cultural Trenzar, la artista escénica Alejandra Campos y la escultora y escenógrafa Eu Tazé.  

Entre febrero y marzo se llevó a cabo La Creadora, laboratorio interdisciplinario que combinó expresión oral y corporal, escultura y creación testimonial con un grupo 40 vecinas del Asentamiento humano Lomas de Torre Alta en Carabayllo, niñas, adolescentes y mujeres de entre 3 y 60 años.   

Las sesiones del laboratorio tuvieron como objetivo contar las historias y los desafíos de las participantes, como población vulnerable en el asentamiento humano Lomas de Torre Blanca, en Carabayllo. En este lugar está ubicada una mina ilegal llamada La Chancadora Pequeña, de donde se extrae arena y piedra chancada que se destinan a la construcción. Es una zona desolada, de extrema pobreza, donde adolescentes, niñas y mujeres trabajan informalmente poniendo en riesgo su salud y sus vidas.  

Durante 6 domingos se desarrollaron sesiones de trabajo colectivo, llevadas a cabo en el interior de la casa de una de las vecinas participantes lo cual permitió fortalecer el vínculo de confianza entre las vecinas de mayor edad y Trenzar. En las sesiones se desarrolló una pieza escénica a partir de las experiencias, anécdotas e historias, individuales y colectivas del AH, sus viviendas y espacios comunitarios. También se desarrolló una escultura de una mujer de gran tamaño, a partir de materiales reciclados de la zona. El laboratorio La Creadora buscó resignificar el barrio desde las fibras más íntimas del trabajo comunitario y colectivo, con la creación de una puesta en escena que lo convierta en un espacio de encuentro de experiencias y sensibilización entre niñas, adolescentes y mujeres de esta área y el público espectador.  

Como resultado del laboratorio se llevó a cabo la presentación La Creadora: una historia de resiliencia en la loza deportiva de Torre Blanca-Carabayllo.   

 

Clase de Arte  

Proyecto artístico-pedagógico desarrollado por la artista Janine Soenens durante todos los jueves entre abril y junio. Clase de arte se planteó políticamente en el lugar del experimento, donde la ética constituyó la confianza en la aventura indeterminada de sacar a bailar y dejarse sorprender.  

Desde el sistema de inscripciones, presenciales en el parque y a partir de una extensa conversación con Janine, el proyecto se propuso ser un espacio colectivo donde aprender y reflexionar juntos que se convirtió en un compromiso. Cada semana un grupo constante de 35 adultos a los que se sumaron peatones curiosos y entusiasmados en ampliar sus intereses, instalaron juntos un aula móvil en el Parque Washington. A partir de ejercicios diversos, que emplearon el dibujo a ciegas, la observación atenta del entorno, la voz, el movimiento, la respiración y hasta la confección de máscaras, se profundizó en la experiencia del tiempo y la relación que mantiene con el arte. Clase de arte se planteó como un experimento colectivo de aprendizaje e indagación donde se abrieron las preguntas sobre las posibilidades que la educación en arte podría ofrecer.  

 

Borda Tu Ruta  

A partir de abril y por 4 fechas, la asociación Comunespacio, desarrolló una serie de intervenciones artísticas en el espacio público, con el objetivo de conocer y hacer un mapeo sensible de historias de migración, visibilizando nuestra diversidad a la vez que reconociendo nuestras historias en común.   

 A partir de algunas preguntas detonantes, y una mesa, una línea de tiempo, lanas de colores y un mapa del Perú en tela, se invitó a las y los participantes a bordar y describir su ruta de migración personal o familiar, compartiendo memorias familiares y colectivas.   

La primera intervención se llevó a cabo en el Ojo que Llora, el memorial a las víctimas del conflicto armado interno, en el Campo de Marte. Contó además con la participación de la Tipoteca ambulante, proyecto autogestionado que se sumó a la jornada ofreciendo la posibilidad a las y los asistentes de hacer impresiones tipográficas sobre memoria.  La segunda intervención sucedió en el LUM, Lugar de la Memoria, donde la intervención ofreció la posibilidad de abrir un diálogo e intentar entender una historia colectiva. La tercera intervención se llevó a cabo en el Parque Washington, frente al Centro Cultural de España y contó, a pesar del día frío, con la participación espontanea de un grupo de niños y niñas. La última intervención sucedió en Barrios Altos, en el contexto de una jornada cultural promovida por la Escuela Alba.   

Borda Tu Ruta, proyecto que la asociación lleva a cabo desde hace 10 años, contó en el contexto de la nuestro Programa de proyectos en espacio público, con la asistencia de 120 participantes, de entre 4 y 75 años. El proyecto permitió tejer lazos y conocimientos comunitarios y generó un diálogo intergeneracional motivando a las/los participantes a compartir sus memorias y experiencias de migración.  

Resonando entre el Valle de Lurín y el Mar de Curayacu  

Este proyecto concebido por el músico, investigador y gestor cultural Dimitri Manga logró involucrar a un grupo de 30 residentes en el distrito de San Bartolo, entre adultos y escolares de secundaria del colegio Julio C. Tello, en la práctica del siku (zampoña), las exploraciones de sitios de valor arqueológico y natural y la elaboración de réplicas de instrumentos sonoros prehispánicos.   

Con el propósito de crear una comunidad de investigadores sonoros y una tropa de sikuris, durante varios fines de semana desde marzo hasta agosto de 2024, este colectivo participó en talleres de construcción de sikus y otros instrumentos, a partir del material orgánico recolectado en las salidas de campo al santuario de Pachacamac y el valle de Lurín, la quebrada Cruz de Hueso y el cerro La Ermita, En todas estas rutas, contaron con la compañía de un biólogo, un arqueólogo y el gestor del proyecto.  

Resonando entre el Valle de Lurín y el Mar de Curayacu se propuso enlazar la historia -medianteel reconocimiento arqueológico y naturalista del territorio- con el elemento sonoro ejercitando la escucha y el registro encada espacio recorrido.   

La práctica musical del siku fue el eje transversal de  esta propuesta que concluyó con un festival abierto en el cine SanBar donde el grupo pudo exponer los aprendizajes del proceso, compartir sus experiencias con el público y tocar junto a artistas profesionales de la experimentación sonora con instrumentos ancestrales y la música de la tradición sikuri.  

 

Conciudadanos  

Fue un proyecto concebido por la artista y performer Amapola Prada. El proyecto tenía como propósito generar un espacio de creación para personas ciegas y de baja visión para expresar a través de la palabra y el ritmo su experiencia y postura acerca de la realidad nacional.  

Tras una convocatoria, un grupo de 11 personas asistieron a un taller de rap dictado por Giovanni Oviedo y Elena Mejía de Búho Teatro Hip Hop entre mayo y julio. Las sesiones sucedieron con la colaboración de la Unión de ciegos del Perú, institución que se sumó al proyecto ofreciendo su espacio, conocido y seguro para el grupo.  

El proyecto se planteó como un proceso de aprendizaje abierto para personas con diferentes niveles de experiencia en procesos creativos y artísticos. Algunos de las y los participantes tenían experiencia previa en artes escénicas, para otros Conciudadanos fue una iniciación al mundo de las artes expresivas y en particular, el género del rap. Durante las sesiones de taller el grupo desarrolló piezas de rap a partir de los testimonios y vivencias de los participantes como personas con discapacidad en la ciudad, así como sus opiniones críticas sobre problemas sobre la actualidad nacional. El proyecto se fue encontrando con las motivaciones y necesidades de aprendizaje del grupo de personas, características que fueron incorporándose durante el proceso y terminaron de definir el proyecto.    

Se llevaron a cabo 3 presentaciones de Conciudadanos en el espacio público, durante agosto, en el Parque de la Democracia, lugar emblemático del centro de la ciudad, donde los peatones se convirtieron en un público cautivo. Así, los artistas César Quiñones, Giannella Marín, Junior Anyaypoma, Juan Carlos Castro, Brigitte Araujo, Ben León, Rubén Goicochea, Johanna Contreras, Henry Paul, Michael Hernández, Talía Salazar, César Quiñones, Brigitte Araujo, acompañados de Giovanni como host, expresaron emociones, frustraciones y opiniones bajo los beats del rap. Una última fecha sucedió en el auditorio del Centro Cultural de España.  

 

Ruta 2: Santa Beatriz  

De la mano de La Hipérbole: Laboratorio para las artes, Ruta 2: Santa Beatriz fue un proyecto escénico diseñado para promover la reflexión y la interacción con el espacio público. Diseñado en dos fases, la primera consistió en un taller escénico para infancias, dirigido por Rosa Victoria Chauca y Berenice Fernández y uno para adultos diseñado por Genaro Alva y Bruno Luera. En la segunda fase se llevaron a cabo dos rutas escénicas.   

Los talleres de la primera fase se realizaron a partir de una convocatoria pública. El taller dirigido a infancias tuvo como finalidad generar experiencias a través del juego entre las infancias y sus acompañantes en relación con el espacio público. A través del juego y dinámicas teatrales, el taller se propuso redescubrir y recuperar el espacio público y fomentó un sentido de comunidad. El taller para adultos en su diversidad tuvo un enfoque metodológico basado en la pedagogía crítica y la educación experiencial. A través de los talleres, se fomentó un aprendizaje horizontal y participativo.   

Ambos talleres fueron diseñados para fomentar el diálogo y el intercambio de conocimientos entre los participantes, abordando temáticas urbanas relevantes y actuales.  

La segunda etapa, fue la creación de dos rutas escénica inmersivas, que permitió a los participantes experimentar el espacio urbano desde una perspectiva artística y crítica.    

Con una asistencia de 57 personas, entre los 5 y 65 años, Ruta 2: Santa Beatriz posibilitó un intercambio de experiencias y sentires entre los participantes y el espacio de Santa Beatriz, favoreciendo la creación de vínculos entre participantes y talleristas con entorno del barrio.   

Fotografías de Benjamín Suárez y Diego Sáenz 

  

Fanzinoteca La Psiquika  

Proyecto de la artista Isabel Guerrero y la psicóloga y editora Sara La Torre, Fanzinoteca La Psiquika consistió en un dispositivo móvil que se instaló en el espacio público con el propósito de reflexionar sobre el estado de la salud mental, pensándolo como un problema colectivo y no individual. A partir de talleres de edición de fanzines colaborativo y las herramientas que ofrece como medio expresivo, el proyecto abrió la conversación sobre cómo aspectos de la ciudad y sus flujos—como la arquitectura, el hábitat, el descanso y el cuerpo—afectan la salud mental de la colectividad.  

La Fanzinoteca La Psiquika, biblioteca móvil de fanzines especialmente diseñada y equipada con todo lo necesario para la producción y exhibición de fanzines (fotocopiadora, materiales diversos como sellos, tintas y papeles, espacio de display y de apoyo), se instaló y desarrolló 4 talleres en el espacio público.   

La primera parada de La Psiquika el Parque Washington frente al Centro Cultural de España, en donde se propuso el taller de afiches “Gráficas mentales” en el cual participó un grupo de 15 personas y donde se reflexionó sobre el entorno y las posibilidades de cuidar la salud mental de manera colectiva.   

La segunda parada sucedió en el marco de la Feria Léeme, donde a partir de preguntas sobre cómo la arquitectura urbana controla nuestros cuerpos e influye en nuestros ánimos, se reflexionó y generaron fanzines sobre sobre la importancia del descanso.   

La tercera sesión estuvo dedicada a s dos últimas sesiones se realizaron en el Parque Washington y estuvieron dedicadas a las y los estudiantes. El taller “Profe necesito descansar”, propuso a los asistentes (algunos estudiantes de la zona que estaban en el parque), ¿preguntarse sobre qué entendemos por malestar?, y sobre las posibilidades de utilizarlo para escapar de la impotencia y la inmovilización.   

 Por último, la última parada de la Fanzinoteca La Psiquika propuso reflexionar y generar fanzines a partir de asumir la salud mental como un problema político y cómo podemos cuidarla de la manera colectiva.   

Fueron un total de 55 participantes de las sesiones de La Psiquika, y muchos más los que pudieron acercarse y explorar el conjunto de fanzines dedicados a temas de salud mental expuestos en cada parada de la fanzinoteca.   

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