Fernando Fernán-Gómez (1921- 2007) ejemplifica una tradición del cine, el teatro y la televisión que dialoga con el realismo, el sainete y cierta idea quijotesca de la cultura española. Actor, cineasta, periodista y escritor de teatro, novela y cine, es uno de los más excepcionales artistas de la cultura española reciente. Por eso el CCE Lima se sumó al homenaje que en enero de 2022 le rindió el Instituto Cervantes al ofrecer un ciclo de cuatro películas actuadas o dirigidas por él.

Hijo y nieto de actores, Fernán-Gómez es uno de los intérpretes de referencia dentro de la consolidación del llamado “cine clásico español”. Su actitud abierta hacia la producción cinematográfica le hace presente en el cine popular, pero también en varias generaciones de cine de autor.

Fue un cineasta muy peculiar cuya trayectoria ha sido valorada mucho tiempo después. Las distintas películas que logró poner en pie son, hoy día, obras de culto. Así Fernán-Gómez es enormemente conocido y valorado como actor y, además, etiquetado de algo maldito como director.

Programa

7 de enero
F. F. G. Un retrato. Dir.: Jesús García de Dueñas, 1976, 10’
Amigo y discípulo suyo, García de Dueñas le dedica este corto documental en el que, a partir de un juego de montaje con diversas fotografías de Fernando Fernán-Gómez, escuchamos de su propia voz las motivaciones que lo convirtieron en actor y sus reflexiones sobre su trabajo en el cine, el teatro y la televisión, además de sus conclusiones sobre su filosofía de vida.

14 de enero
Manicomio. Dir.: Fernando Fernán-Gómez y Luis M. Delgado, 1953, 80’
El debut de Fernando Fernán-Gómez en la dirección fue esta película que reelabora varios cuentos de distintas procedencias sobre el mundo de los enfermos recluidos en instituciones psiquiátricas. En este largometraje ya deja ver algunas de sus constantes como guionista y escritor: la comedia intelectual, el trabajo coral con actores de talante y una en la que ya deja ver algunas de sus constantes como guionista y escritor: la comedia intelectual, el trabajo coral con actores de talante y una peripecia tejida de sorpresas. Esto, además de los elementos costumbristas, hacen de su visionado una gozosa experiencia.

Sinopsis: Carlos va a visitar a su novia Juana al manicomio donde trabaja. Una vez allí, el director les presenta a su sobrina, obsesionada por tocar el arpa de continuo, y a un enfermero que repite palabra por palabra lo que dice Carlos.

21 de enero
El extraño viaje. Dir.: Fernando Fernán-Gómez, 1964, 92’
Una de las obras maestras del cine español, que da buena cuenta de su tremendo talento de para dar forma a historias de una denodada modernidad. Jugando con distintas narrativas (comedia, suspense, realismo, musical), esta película estrenada discretamente en aquel momento, ha pasado a la historia del cine español como uno de sus más destacados clásicos.

Sinopsis: en un pequeño pueblo provinciano cercano a la capital, vive una familia compuesta por tres hermanos: la dominante y severa Ignacia y los tímidos y retraídos Paquita y Venancio. La monotonía de la vida del pueblo solo se rompe los sábados cuando llega un conjunto musical de Madrid para amenizar con sus canciones el fin de semana. Un sábado de tormenta, Paquita y Venancio oyen ruidos y buscan protección en la habitación de su hermana. Allí ven a alguien, pero Ignacia lo niega rotundamente.

28 de enero
La lengua de las mariposas. Dir.: José Luis Cuerda
Esta adaptación de varios cuentos del escritor Manuel Rivas permitió recuperar el espíritu renovador y aperturista de la escuela republicana, que encarna un viejo profesor positivista y optimista interpretado por Fernán-Gómez en una de sus actuaciones más recordadas, el mejor legado de un actor que combinó un sinfín de personajes que pueblan la cinematografía española.

Sinopsis: en 1936, don Gregorio enseña a Moncho con entrega y paciencia toda su sabiduría en cuanto a conocimientos de literatura, naturaleza y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsiste siempre, especialmente cuando don Gregorio es atacado por considerársele enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea.

Para conocerlo más

Fernando Fernández Gómez nació, muy probablemente en Lima, Perú, en 1921 (si bien su partida de nacimiento se asentó en Buenos Aires, Argentina), cuando su madre, la actriz Carola Fernández Gómez, se encontraba de gira por Sudamérica con la compañía teatral de María Guerrero.

En Madrid, comenzó a estudiar Filosofía y Letras, pero su vocación y creciente interés por el teatro lo llevaron muy pronto a los escenarios. Durante la Guerra Civil estudió en la Escuela de Actores de la CNT, y a su término debutó como profesional en la compañía de Laura Pinillos. Allí conoció a Enrique Jardiel Poncela, quien en 1940 le ofreció su primera oportunidad como actor de reparto en la obra Eloísa está debajo de un almendro. Contratado por la productora CIFESA, se estrenó en el cine con la película Cristina Guzmán (1948), de Gonzalo Delgrás, con la que inició su prolífica carrera de más de ciento cincuenta largometrajes.

Trabajó bajo la dirección de los más destacados cineastas españoles, y protagonizó grandes éxitos como El amor del capitán Brando (1974), de Jaime de Armiñán; Maravillas (1981), de Manuel Gutiérrez Aragón; La colmena (1982), de Mario Camus; El abuelo (1998), de José Luis Garci; Todo sobre mi madre (1999), de Pedro Almodóvar;  Plenilunio (1999), de Imanol Uribe; La lengua de las mariposas (1999), de José Luis Cuerda; o El embrujo de Shanghái (2002), con Fernando Trueba. Ganó premios como el Oso de Plata del Festival de Berlín a mejor actor por sus interpretaciones en El anacoreta (1976) y Stico (1985).

Paralelamente, como director, adaptó para la gran pantalla numerosas obras teatrales y novelas ­­­—muchas de ellas propias— que, en la mayoría de ocasiones, también protagonizó. Destacan Los palomos (1964), Mi hija Hildegart (1977); Mambrú se fue a la guerra (1986), con la que ganó el Goya al mejor actor; El mar y el tiempo (1989) y El viaje a ninguna parte (1986), con la que logró, asimismo, el Goya al mejor director y mejor guionista.

Su trayectoria como director teatral comenzó en 1950 con el estreno de su primera obra, Marido y medio, un texto inscrito en la línea del teatro comercial de la época. Durante la década de 1960 llevó a escena obras como Mi querido embustero (1962), de Bernard Shaw; La sonata a Kreutzer (1963), de Tolstoi; El pensamiento (1963), de Leonidas Andreiev; y las comedias de Juan José Alonso Millán Gravemente peligrosa (1962), Mayores con reparos (1965) y La vil seducción (1967). Destacan, asimismo, las obras La coartada (1972); Las bicicletas son para el verano (1978), adaptada con gran éxito al teatro por José Carlos Plaza en 1982 y al cine por Jaime Chávarri en 1984; y Los domingos, bacanal (1980).

Compaginó su trayectoria teatral y cinematográfica con su vocación literaria, que lo llevó a escribir desde muy joven. A finales de los años cuarenta publicó sus primeros artículos sobre cine en revistas especializadas y escribió sus primeras comedias breves para la radio. En 1973 fue finalista del Premio Lope de Vega de Madrid con su obra La coartada, y en 1978 ganó el máximo galardón de este mismo premio con Las bicicletas son para el verano. Como novelista destacan, además, El vendedor de naranjas (1961), El viaje a ninguna parte (1986), El mal amor (1987) y El mar y el tiempo (1989). En 1990 recogió sus memorias en el libro El tiempo amarillo. En el 2000 fue nombrado miembro de la RAE, donde ocupó el sillón B.

En su extensa carrera, además de los Goya como actor, director y guionista, destacan los premios a la interpretación obtenidos en los festivales internacionales de Berlín y Venecia, la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1981), el Premio Nacional de Teatro (1984), el Premio Nacional de Cinematografía (1989), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1995), el Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián, el Oso de Honor en el Festival Internacional de Cine de Berlín a toda su trayectoria (2000) y la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (2001).

Falleció el 21 de noviembre de 2007 en Madrid a la edad de 86 años. Recibió a título póstumo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, otorgada por el Gobierno de España.